Nos levantamos muy pronto, cuando no se ha alzado todavía ni el sol nos dirigimos de camino a Roiho, donde nos pegamos la prospección del año, recorremos todo el sector Maunga Hiva Hiva, dando vuelta al crater y localizamos una cueva de unas grandísimas localizamos otras cuantas más una de ellas es una Ana Kionga, hallando en su interior restos posiblemente humanos, así como algunas puntas de lanza y flecha. Decidimos seguir la prospección de camino al sector más alejado llegando hasta casi la costa, en este punto hallamos nuevas cavidades y decidimos abandonar tras varias horas de trabajo debido a un pequeño accidente de Ivan que en el campo de lava ha dejado parte de alguna costilla. Con hielo y reposo parece que después de comer algo, está de nuevo en forma para continuar, estos alaveses son la ostia. Por la tarde decidimos hablar con Lazaro para preparar un “curantito” de despedida de Ivan antes de que parta y otro para el resto de expedicionarios italianos y almeriense que están al caer. La importancia de comer un curanto no es otra que los Aku Aku, o espiritus que deambulan por las cuevas nos protegan y nos ayuden a hacer nuestra labor de investigación mucho mejor.
